En multitud de ocasiones cuando reflexiono con algún empresario sobre su situación, sus problemas, enfoque y estrategia, pongo por delante ideas o planteamientos para ver cómo responden. Me sorprende que en la mayoría de los casos empiezan con un NO : «no funcionará», «no sería aplicable», «no creo que sirva», etc….
El «NO» como herramienta para no hacer nada
