Si no sabemos dónde queremos estar dentro de 3 ó 5 años será más difícil alcanzar la meta. Un plan estratégico contiene lo que pretendemos conseguir y cómo nos proponemos conseguirlo y en qué plazo de tiempo. Ayuda a que todos los responsables sepan hacia donde vamos y cual será su aportación. Pero también sirve para aclarar ideas y reflexionar, asegurar que todos comparten los mismos objetivos. Y si es preciso corregir el rumbo, se corrige.